Friday, November 20, 2009

Diario danés: Personnummer

Llego a la oficina de la doctora en el medio de Svendborg, para que me corte la verruga que tengo hace años dentro del pelo. Así estrenaré la cobertura total que gozo ahora gracias a la sensatez y la inclusividad del sistema médico público de Dinamarca. La secretaria apunta hacia la maquinita y yo paso la tarjeta con mi número: 0304714739. No es sólo mi número de póliza, es mi número de persona, y a diferencia de mi número de seguro social americano este nadie me lo puede robar. En 1968 los daneses decidieron que sería más fácil coordinar los servicios públicos si cada persona tenía un número de identificación único que usara para todo. Así tu información médica es inmediatamente recuperable desde cualquier parte si tienes un accidente, tus reclamos en las oficinas de gobierno no se traspapelan, tus taxes se llenan solos, y se puede dar mejor seguimiento a las necesidades colectivas y así planificar mejor. En EEUU esto levantaría un furor anti-Big Brother interminable ( ..justificable?). En Puerto Rico, qué nos haríamos con tal nivel de sincronización y de ‘accountability’!? (Pero la información, en manos de quién estaría?) Aún así, los 40 años que lleva en vigor el sistema de número personal único aquí parecen comprobar que en ese momento y para este país esa fue una buena decisión. El person number es sin duda uno de los pilares de la coherencia de Dinamarca como país del mundo. Otro, más antiguo, es una idiosincrasia nacional fuertemente igualitaria, de repudio general a la trampa y la ventajería. Estas dos cosas (la transparencia númerica, la idiosincrasia niveladora) han estado en funciones en este país por años y los resultados son visibles. Pero lo ha hecho todo más fácil el hecho de que Dinamarca ha sido, y es todavía hoy, un país bastante homogéneo en términos culturales y étnicos. El gran reto que tienen ahora los daneses ante sí, con el aumento de su población inmigrante, es cómo mantener/reinventar este alto nivel de organización y de coherencia en condiciones de creciente diversidad. Me gustaría quedarme a ver de cerca cómo resuelve ese tostón este paisíto. Pero entonces no vería de cerca otras cosas que también me llaman. No sé. Por lo pronto guardo en mi cartera ese 0304714739 como si fuera el billete del premio gordo. Y tal vez, desde un punto de vista práctico, lo es. La doctora se asoma, impaciente, tijera y aguja en mano. Me ha sorprendido masajeándome distraidamente la verruga por última vez en la sala de espera mientras pienso en estas cosas. Si me quedará por acá, ahora que envejezco, cuántas verrugas más –gratuitamente- me sacaría!

2 comments:

  1. Ahí es donde me entraría la paranoia.

    Estaba pensando precisamante en qué impedía que fuéramos como los daneses. Esa homogeneidad ayuda a la noción de bien común. Aquí hay un ellos y un nosotros bien marcado. Esas diferencias de clase y raza son insalvables para muchos. Es nuestra desgracia. ¿Les pasará lo mismo a los daneses cuando tengam más musulmanes,por ejemplo, en su población?

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  2. Quién sabe, y ojalá que no les pase lo mismo. Pero en eso (la amenaza inmigrante buuu..) han capitalizado algunos promoviendo un populismo vociferante bastante feíto. Lo increíble es que por lo que veo también tienes un montón de gente bien inclusiva en todo el espectro politico de derecha a izquierda. Quiero hablar de eso en otro post desde el punto de vista de los otros inmigrantes que he ido conociendo por ahí en mis clasecillas de danés. Y relacionarlo con nojotroh. neodaneses y neoboricuas. ya viene, dale! Gracias Beatriz!!!

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