Wednesday, September 23, 2009

Diario danés: Lecciones danesas para la celebración del Grito de Lares

Miércoles 23 septiembre 2009. Para los mismos años en que se gestaba en PR el Grito de Lares, los daneses salían de una racha de guerras que los había dejado trasquilados y había mermado su territorio tremendamente, volviéndolos el país chiquito que todavía son. Entonces, se hicieron a sí mismos la pregunta suprema: Y ahora qué? La opción era clara: modernización, democracia. Tras lo cual decidieron que si el país se iba a modernizar y a democratizar en serio el campesinado –que para entonces incluía a casi todo el mundo- necesitaba ilustrarse. Entonces fundaron las Hojkskole, o high schools. Pero al decir ‘high schools’ no hay que pensar en algo tipo lo que tú y yo conocemos por ese nombre en nuestro pequeño paraíso terrenal. Sino en lo que un insigne señor Grundtvig –una especie de Pablo Freire ciento y pico de años avant la lettre- proponía: sitios donde la gente pudiera desarrollar destrezas relevantes adicionales a las que ya tenían, y donde de paso aprendieran a buscar, en su entorno, en su propia cabeza y en las cabezas de otros, aquello que por si mismos decidieran buscar. Las Hojskole se volvieron la base del gran salto adelante de la sociedad danesa, y ahí siguen hoy, disponibles para que los jóvenes, o cualquier persona en cualquier momento de su vida, se puedan coger de 6 meses a un año, sin tener que explicárselo a nadie, para recalibrar consigo mismo y para explorar creativamente lo que quieran explorar. Y todo sin la presión de tener que coger un examen al final! Y yo me pregunto qué hubiera pasado en PR si nos hubiera pasado algo así, si hubiera algo así en nuestro pasado, si tras perder aparatosamente una guerra hubiéramos decidido que lo que nos hacía falta era crear lugares para que cada uno construya la democracia entera, cada día, a fuerza de buscar y de crear. Quizás buscar y crear algo así en nuestro futuro. O en nuestro presente. Yo me apuntaría, donde quiera que esté.
En fin, supongo que al final de un añito en un Hojskole cada persona acabará con un paquete distinto de experiencias y resultados. Pero de seguro entre las conclusiones compartidas una sonará más o menos así: Un país que me da un chance como este se merece que yo haga todo lo que pueda para asegurarme que un país como este nunca cese de existir.

No comments:

Post a Comment