Monday, February 22, 2010

Diario danés: Barnevogn (Niños fuera!)


Por las mañanas, luego de las debidas despedidas yo me quedo con Linus y lo preparo para su primera siesta del día. Le pongo un pañal nuevo, le cierro los botones de abajo, le pongo una camisita y un pantalón. Luego le cierro el set enterizo, le pongo unas medias de lana extras, un sweater grueso y un gorro. Luego lo meto en el abrigo y le cierro todos los zipers. Lo emborujo en una piel de oveja y lo pongo en la camita cargable. Lo cubro bien con su colcha y lo fijo todo con el covertor. El ya no trata de disuadirme con risitas y miraditas. Ahora llora con toda la cara, pero los ojos se le caen de sueño. Me abrigo y salgo con mi paquete de 4 meses y muchas libras a buscar el coche en la casita del patio, cuidando de no resbalar en el hielo. Cuando pongo el paquete en el coche ya no hay llanto y casi lo escucho roncar. Empujo el coche hasta el escalón de la puerta de la cocina, lo estaciono. Entro, me quito el abrigo y las botas altas, echo par de leños en la fogata y me siento a trabajar.  Despertará en dos horas. En Dinamarca los bebés duermen al aire libre, todo el año, en coches de bebé enormes, que parecen de antes pero se fabrican ahora. La idea no sería tan atractiva en otros lugares, pero en este país con tan baja criminalidad y tan poca paranoia y con aires tan estrictamente protegidos de emisiones y de insultos químicos no hay por qué hacer que los bebés respiren el mismo aire que los adultos adentro de la casa una y otra vez. Afuera los niños duermen mucho mejor y consolidan el sueño más rápido.  Pero el tamaño mismo de los coches ya dice mucho sobre este lugar. Los ‘barnevogn’ son grandes como cunas pero con ruedas de bicicleta, con tremendos resortes que amortiguan la tosquedad del camino y le dan al carruaje un movimiento como de vehículo lunar. La sociedad entera le abre espacio a los barnevogn. En las guaguas públicas tienen su propia area protegida, grande. En las ciudades cunden, estacionados en las aceras, frente restaurantes y cafés donde padres y madres tranquilos degustan sandwiches caros. Tan arraigada está la práctica entre los daneses y tan común les parece, que a una turista danesa que dejó su coche frente al restaurante donde almorzaba en Nueva York la arrestaron por abandono. En fin, con los barnevogn, como con las bicicletas, este país se excede en su nivel de sensatez. En un despliegue de buena planificación y de diseño sensible, una sociedad se acopla a las dimensiones del sueño, ajustadándose así a las necesidades de la gente, ya no sólo de la gente de ahora, sino de la gente del porvenir.   La parte del porvenir que duerme afuera de mi casa ya despierta. Ahora a sacarlo de ahí..

2 comments:

  1. Ay, Rebio, Dinamarca se ha convertido en mi Shangri-la, y ha sido por tu blog.

    Tenemos que fomentar el sentido de comuniad y responsabilidad civica que describes. Mientras no veamos que estamos todos en el mismo bote no lo haremos.
    Vamos a ver como nos va.

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  2. NO logro imaginar esto. Necesito fotos, ¡es increíble!

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